Una instalación más limpia, rápida y eficiente. Así describen los equipos de obra de Aitue el uso del vigón de poliestireno expandido, una alternativa que no solo mejora los tiempos y la logística, sino que también aporta a la sostenibilidad del proceso constructivo.

En el marco de la búsqueda constante por optimizar procesos y materiales en obra, Aitue probó el uso del vigón de poliestireno expandido en el proyecto Doña Josefina. La experiencia fue valorada por su facilidad de instalación, limpieza y reducción de residuos, posicionándose como una solución con potencial de escalabilidad hacia futuros proyectos.

Isaías Inostroza, Encargado de Calidad de Obra, explicó que los equipos coincidieron en los beneficios operativos del nuevo material. “La instalación fue mucho más limpia en comparación con el material tradicional. El proceso de corte, pegado y manipulación resultó rápido y sencillo, generando una cantidad mínima de residuos, ya que se utiliza casi todo el material”. También destacó la buena adherencia al volcafix y huincha americana, lo que garantiza firmeza en el montaje, junto con su bajo peso, que facilita el transporte en obra.

Sin embargo, precisó que este tipo de vigón, “es más frágil que el tradicional, por lo que requiere mayor cuidado al momento de raspar o nivelar”. Además, recomendó evitar que caigan objetos pesados sobre la estructura durante su instalación para prevenir quiebres.

Desde una mirada de sostenibilidad, el cambio representa un avance importante en la reducción de residuos y en la eficiencia energética del proceso constructivo. “Este sistema deja menos residuos en obra, lo que contribuye a disminuir la cantidad de escombros y facilita una gestión más eficiente. Su ligereza también reduce la carga logística y las emisiones asociadas al transporte”, agregó Inostroza.

El equipo identificó además un impacto económico positivo. Por cada torre de 20 departamentos se estima un ahorro de 4,18 UF, lo que convierte esta innovación en una alternativa sustentable tanto ambiental como financieramente.

Por su parte, Christian Navarro, Administrador de Obra, declaró que la motivación para implementar este nuevo material fue evaluar su rapidez y eficiencia frente a las soluciones tradicionales. “Queríamos medir cuánto podíamos ahorrar al cambiar la estructura de metalcon a poliestireno expandido, tanto en tiempo como en costos”.

Los resultados fueron evidentes, el ahorro en tiempo de instalación alcanzó casi tres horas, mientras que la mano de obra se redujo en un 60%, gracias a la simplicidad del sistema. “Cualquiera puede ser capacitado para instalarlo. Además, tiene un porcentaje mínimo de pérdida, es más económico y mantiene una terminación final con cerámica idéntica a la solución tradicional”, recalcó.

De acuerdo con Navarro, esta innovación “puede ser considerada perfectamente para futuros proyectos, ya que representa un ahorro significativo en costos, tiempo y pérdidas de material, sin sacrificar calidad ni estética”, concluyó.