Una solución más limpia, rápida y eficiente fue puesta a prueba por el equipo de obra en conjunto con Volcán. El material abre nuevas posibilidades para replicar el sistema en futuros proyectos Aitue.

Una nueva experiencia de innovación se está desarrollando en la obra del Edificio Doña Josefina. Se trata del uso de tabiques prefabricados, una solución constructiva propuesta por el área de Innovación de Aitue en colaboración con Volcán, que permite una instalación más rápida, limpia y eficiente en comparación con el sistema tradicional de tabiquería.

El piloto fue liderado por Christian Navarro, Administrador de Obra del proyecto, quien destaca que esta fue la primera vez que trabaja con este sistema: “El tabique prefabricado son dos planchas de volcanita de 15 mm con aislapol al medio, que viene listo para montar. A diferencia del método tradicional, donde armamos todo en obra, acá es llegar e instalar”.

La prueba piloto se realizó con el montaje completo de un departamento de 40-45 m² en solo un día, cuando normalmente el mismo proceso toma entre tres a cuatro días. “Instalamos el departamento en un solo día con una cuadrilla de dos carpinteros y dos eléctricos. El avance fue sorprendente”, comenta Christian. “En otros proyectos similares podríamos avanzar cinco departamentos por semana, lo que representa un salto enorme en productividad”.

La implementación incluyó una charla y capacitación práctica liderada por Volcán, quienes acompañaron al equipo durante la instalación. “Lo bueno es que el sistema es rápido y limpio. El desperdicio de material es mínimo, se corta a la medida exacta y casi no hay residuos”, agrega Navarro.

Christian Uribe, supervisor de Terminaciones, también participó del proceso. Su rol fue coordinar materiales, supervisar los tiempos y apoyar en la gestión de espacios y equipos. “El cambio más grande fue en el flujo de trabajo. Antes era paso a paso, primero los perfiles, luego una cara, después las especialidades, ahora fue casi todo de una sola vez”, comenta.

“En tiempo ganamos fácilmente tres o cuatro días por unidad. Y en residuos, también hay una mejora importante: menos metalcon, menos volcanita sobrante, menos clavos. Es un sistema mucho más eficiente”, afirma Uribe.

La experiencia fue bien valorada por todo el equipo, tanto por la rapidez de instalación como por la oportunidad de aprender una nueva técnica. “Fue una experiencia enriquecedora. Estuvimos todos involucrados: Volcán, nuestros supervisores, los eléctricos y tabiqueros. Y lo mejor es que aprendimos algo nuevo que podemos replicar en futuros proyectos”, concluye Uribe.