En un escenario desafiante para la industria inmobiliaria, los directores de Aitue Andrés Arriagada y Felipe Schlack reflexionan sobre el valor de la innovación en nuestra empresa, el impacto de los cambios en los procesos y cómo seguir motivando a los equipos para adaptarse, crear y avanzar.

En tiempos complejos para la industria inmobiliaria, hablar de innovación ya no es solo una ventaja competitiva, sino una condición necesaria para sostenerse, avanzar y proyectarse. Así lo destacan Andrés Arriagada y Felipe Schlack, Directores de la compañía, quienes comparten su visión sobre cómo se vive la innovación al interior de la empresa y cuál es el rol que cumple en este momento.

“Estamos en una industria muy dinámica, donde las cosas avanzan a gran velocidad. Si uno no está dispuesto a cambiar y a innovar, rápidamente comienza a quedar desactualizado en procesos, productos, relación con los clientes y estándares constructivos”, plantea Andrés. Para él, la innovación no es un concepto abstracto, sino algo concreto que debe “traducirse en resultados medibles, que mejoren la calidad de nuestras soluciones habitacionales y, a la vez, mantengan los costos bajo control”.

Felipe complementa esa mirada destacando que “mantenernos cercanos al cliente implica cambiar, adaptarnos y ajustar nuestra oferta a lo que las personas valoran en su forma de habitar”. Según explica, los desafíos actuales no solo son económicos, sino también socioculturales, y demandan repensar lo que significa un hogar hoy. “Un hogar no es solo un espacio físico. Tiene que entregar protección, estabilidad, descanso. Por eso, aunque los espacios se reduzcan, debemos asegurarnos de que no pierdan su esencia, y ahí estamos desafiados a innovar”, comenta.

Ambos coinciden en que este compromiso con la innovación se vuelve aún más necesario frente a los cambios que ha experimentado la industria en los últimos años. “Tenemos que encontrar formas más eficientes de diseñar, construir y entregar soluciones habitacionales sin perder calidad”, señala Andrés. Para Felipe, el compromiso de innovar desde dentro es una señal de identidad: “Siempre hemos sido disruptivos. Lo que alguna vez parecía inusual —como el desarrollo de barrios con amplias áreas verdes— hoy es norma. Pero no nos podemos quedar ahí. La innovación más valiosa es la que nace desde la comprensión de nuestros propios clientes”.

De cara a los equipos de Aitue, ambos entregan un mensaje claro: atreverse y aportar, con la certeza de que todos los colaboradores cuentan con el apoyo de Aitue. “El proceso de innovar no siempre acierta a la primera. Pero es preferible equivocarse en el intento que quedarse inmóvil”, afirma Andrés. Felipe, en tanto, cierra con una invitación: “Todo proceso innovativo, por pequeño que sea, será siempre bienvenido. Porque el futuro de Aitue se construye desde cada una de las ideas que nacen dentro de esta empresa”.