Cuando hablamos de innovación, a veces imaginamos grandes desarrollos tecnológicos o cambios radicales. Sin embargo, también existen soluciones más simples y discretas que pueden marcar una gran diferencia en la forma en que trabajamos. Un ejemplo claro son los dispositivos vestibles o wearables.

Este tipo de dispositivos, que pueden integrarse a la ropa, a los elementos de protección personal o incluso usarse directamente sobre el cuerpo, están comenzando a jugar un rol clave en nuestra industria. Su objetivo es mejorar la seguridad en obra, cuidar la salud de los equipos y, al mismo tiempo, optimizar la eficiencia operativa.

Entre los dispositivos más destacados del mercado, podemos encontrar:

• Cascos inteligentes, que detectan signos de somnolencia y activan alertas para mantener al trabajador atento.
• Zapatos con recarga cinética, que miden pasos y ubicación, recargándose con el movimiento.
• Sensores corporales, que monitorean signos vitales y alertan ante condiciones físicas anormales.
• Exoesqueletos, que reducen el esfuerzo físico y corrigen la postura al realizar tareas exigentes.
• Sensores de proximidad, que advierten sobre riesgos cercanos como maquinarias o cargas en movimiento.

En Aitue, estamos convencidos de que el camino de la innovación debe estar siempre vinculado a las personas. La tecnología no sustituye el valor humano, pero sí puede y debe estar a su servicio. Por eso, mirar hacia este tipo de soluciones no es solo una tendencia: es una oportunidad concreta de construir una operación más segura, más eficiente y más humana.